Daila Lucerni recibió una lección de vida particularmente clara con respecto a dejarse llevar por ilusiones infantiles. No lo haría más, estaba curada de eso. No se precipitaría, escucharía a sus padres y hermano... maduraría. Pero, con el corazón roto y la pérdida de su inocencia, se siente más sola que nunca. Hasta que se encuentran, en la boda de su hermano. El misterioso chico odia al novio. Entonces, ¿qué hace ahí? ¡Ni siquiera sabe que ella es la hermana del novio!