Melissa siempre había llevado una vida normal: tenía una familia unida, varios amigos con los que salía a diario para divertirse, algunos noviazgos temporales, carecía de problemas económicos y su única preocupación era obtener notas lo suficientemente altas para no ser castigada. Su vida era muy tranquila hasta que una terrible noche lluviosa provoca un accidente que le arrebata la vida a su vecino. Al pasar el tiempo Melissa comienza a plantearse interrogantes sobre la muerte y todo lo que representa así que comienza a investigar según varias hipótesis con el propósito de saciar su curiosidad pero nunca llegó a imaginar que en algún momento