Sam era el chico perfecto. Tiene el pelo rubio y largo, unos ojos verdes que dejan sin respiración y le encanta pasar las noches en su balcón escuchando música. Para Sam, Abril también era perfecta. Pelo castaño brillante, ojos con un tono almendra muy dulce y el bailar era su mayor pasión y nunca la oirás hablar de otra cosa. Pero por desgracia, Abril no piensa que lo sea.