El amor es como la droga,el primer beso te lleva al segundo y el segundo pide el tercero,te vas enganchado a esos labios que besaste,a esos brazos que te dieron calor y en los cuales te sentías segura,pero al igual que las drogas,tiene su lado malo,secretos,deconfianza,celos. Y cuando todo se va a la mierda y consigues alejarte de todo eso,entonces una noche empiezas a recordar y la tentación de volver,cada vez es más grande,echas de menos cada uno de esos detalles que te hacían sonreír,pero ya es tarde. Necesitas que esa mirada de chulo,de prepotente vuelva a mirarte,que su boca pida a gritos tú nombre,sentir su tacto sobre tú piel,sus provocaciones en un suspiro cerca de tú oído,le necesitas,pero ya no hay marcha a trás. Y es justo ahí cuando te maldices en secreto,cuando piensas que nada de esto hubiera pasado sí él no hubiera entrado en tú vida de esa forma,alborotando tus pensamientos y rompiendo tus reglas. Me llamo Aroa García y creo en los imposibles.