léela cuando...

vi a Zia sentada en la acera de su casa, con una caja de cartón con moño mal hecho a su lado, me encamine hacia ella sonriente, pero me entraron los nervios al recordar que habíamos tenido una cita el día anterior; nuestra primera cita.
-hola Kaito- solté una carcajada mientras me sentaba a su lado robándole un beso en la mejilla haciendo que se ruborizara
-te eh dicho que mi nombre es kai, no kaito
-en mis libros dice lo contrario- saco la lengua de manera infantil mientras cerraba uno de sus ojos grises, justo como el emoji.
-esto es tuyo- dijo dándome la caja que antes yacía en su costado, aproveche cuando me a dio para rozar su mano con la mía, provocando que levantara la vista, incluso podría decir que parecía asustada, con esos ojos de ciervo viendo a un león; desvié la vista y me aclare la garganta- ábrela- como si me hubiera quedado sin lengua hice lo que me ordeno un silencio, encontrándome con varios sobres blancos cerrados perfectamente con etiquetas de corazón, en la parte inferior derecha se podía leer "para kai" en negro con su hermosa letra, cuando estaba por hablar y preguntar que rayos era aquello se me adelanto, como siempre solía hacerlo.
-solo sigue las instrucciones por favor- y sin mas se levanto para después darse la vuelta y entrar a su casa, dejándome totalmente confundió en la acera.