Antártica, el desierto de hielo. El imperio helado de los que muchos temen. En el que me tocó nacer. A diferencia de los jóvenes de dieciocho, yo toreo las peligrosas aguas del mar, las cabalgo en busca de algo de pescado para el comercio, no uso internet ni mucho menos salgo a fiestas de las que hablan los extranjeros que viajan hasta acá. No sé ni siquiera porqué las últimas son tan famosas. Louis, Lou, el chico del puerto, Gold Soul, así me conocen. No hay mucho que hacer en éstas tierras, no hay con que entretenerse o con qué matar el aburrimiento, no hay aventuras de verano puesto aquí no hay verano y tampoco hay gente interesante. La gente de fuera es engreída y la de dentro monótona. Jamás supe quién o qué se encargaba del destino, que lo hacía ser tal cual era, siquiera creí que existiese, sólo bastó un chico para creerlo, pues de todos los lugares que el destino pudo escoger para que él fuese feliz, escogió que fuese a mi lado.All Rights Reserved
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