Te has ido, no sabés como me duele eso. Me duele que te hayás ido sin que te importará que fue de nosotros, que fue de mí, mis sentimientos. Te fuiste sin voltear atrás y yo me quedé aquí, pensando, escribiendo y llorando por vos. Ahora todo lo que escribo entre líneas lleva tu nombre. Entre palabras y sin darme cuenta, susurro tu nombre. Siempre supe que eras y éramos tóxicos, la cosa es que no me daba miedo a arriesgarme a amarte, porque me demostraste que podía valer la pena. Cuando las cosas se tornaron difíciles para mi sorpresa, decidiste partir. Dejándome con todo este amor para dar. Dejándome entre sollozos y gritos de desesperación porque pedía (y hasta la fecha pido) que no me dejés. Es patético para algunas personas supongo, el que alguien se lamente y se avergüence así por alguien. Pero habrá otras que entenderán que a veces creés que esa persona lo vale. Ahora entiendo lastimosamente que no debí acostumbrarme a vos, a tus palabras, tus risas, tu sonrisa, tus ojos, tus labios, tus locuras. Si sabías que no ibas a poder estar conmigo, ¿por qué no me lo hiciste saber antes de, maldita sea, enamorarme perdidamente de vos? Me dueles, me duele no tenerte. Pero al escribir esto sólo me doy cuenta de algo, que aún te amo. Aunque te has ido y me has dejado solo con todos mis demonios. Temo verte de nuevo y verte con alguien más porque sólo terminaría de romperme un poco más. Es estúpido aún dedicarte todo esto cuando es seguro que no lo leerás. Pero en fin, te has ido y de nuevo, aún te amo. Y pensar que por mis miedos yo fui el que se marchó.
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las galaxias y demás.
Y así como adora eso, también tiene una gran afición hacia la persona y canciones de Jayden Blackwood.
Cómo cualquier fanática normal, sueña con tener un encuentro fugaz con aquel a quien llama ídolo. Poder coincidir al menos en una mirada, un roce o tal vez en alguna interacción por redes sociales, pero así como sueña con eso, sabe que es imposible que aquello suceda...
¿O no?
Paris Smith se ve envuelta en ese momento que toda fan desea tener con esa persona a la que admira, cuando por culpa de un pequeño accidente sus vidas se ven entrelazadas de un momento a otro.
¿Quién diría que un encuentro tan fugaz como un suspiro podría unir a dos personas de distintos mundos?
¿Quién diría que una chica que tiene la nariz metida en libros de astrónomos famosos podría coincidir con alguien que ama los reflectores y los aplausos?
Y sobre todo ¿Quién diría que una chica normal podría involucrarse con una super estrella?