Jean Jacques Leroy, más conocido como JJ, era un niño consentido. Debía admitirlo, tenía lo que quería cuando quería, eso no quiere decir que sea millonario o egoísta, pero realmente no había pasado por grandes dificultades en su vida. Aunque una noche, su visión de la vida empezó a correr peligro, iba a cambiar para siempre. Conoció a Isabella en una discoteca, alegre y vibrante, siempre sonriendo al mundo sin importarle lo que sucediera. Aunque JJ no demoró en descubrir que detrás de esa sonrisa se escondía un terrible pasado, cicatrices que iban a demorar en curar... O quizá jamás cerrarían. ¿Qué podría hacer? El Canadiense siempre pensó que la vida realmente no era la mejor, tenia todo, pero le faltaba aún más. Sin embargo, a la chica le habían arrebatado tantas cosas y seguía deslumbrando con su sonrisa. Decidieron que juntos iban a mostrarse la «Bella Vida».