Estaba tan cansada de sentirme vacía, cada día se repetía la misma rutina. Buscar trabajo, dormir y comer, en ese mismo orden de prioridad, el apetito había desaparecido de mi vida y era algo que debía agradecer al cabrón de mi ex. Por no mencionar la tele, Parejitas y amores de película...
- Que engañados están, tarde o temprano su gran amor se marchará, el amor eterno solo existe en los libros..-
Y sin embargo era una víctima más de todos ellos, mi corazón anhelaba ese gran amor que por lo visto me era imposible sentir. Y si lo pensaba seriamente ni siquiera con Manu me sentía locamente enamorada, debía admitir que el sexo era estupendo pero mas allá de eso, la convivencia fue pésima.
Ya habían pasado seis meses desde el ultimo día que lo vi, pase la noche en la que había sido mi habitación cuando iba a la universidad. Al día siguiente las chicas trajeron todas mis cosas.
Últimamente ni siquiera el canal infantil era capaz de animarme. Cambié varias veces de canal, y cuando me decidí a apagar la tele y marcharme a mi habitación escuché la puerta principal.
-Ya estamos en casa!- saludaron al entrar.
- Ya has cenado Alma? Estaba pensando en ir a por unos shawarmans(*?).- me preguntó la rubia.
- No te preocupes por mi,- le mentí,- Además ya me iba a la cama.- Dije mientras me levantaba y me dirigía a mi habitación.
***
Las dos amigas se quedaron observando mientras la morena desaparecía escaleras arriba.
- Irene tenemos que hacer algo...- dijo Laura en tono de preocupación.
- Algo como que? si no quiere salir tampoco puedes obligarla...
-Yo no puedo, pero tú si...-
- Esta bien...tú intenta convencerla, si el viernes se sigue negando ya le diré algo .-
Las dos amigas miraron hacia las escaleras,lo que no sabían es que aquella futura salida cambiaría sus vidas completamente
¿Que pasa cuando dos familias son enemigas,? Freen Sarocha y Rebecca Armstrong tendrán que luchar en contra de sus apellidos... y ver si el amor vencerá o podrá más el odio...