La fuerza bruta

"Julio Harriague nunca había ido a cazar. No le gustaba matar animales. Una vez vio como un amigo de del liceo, el loco Alexis, calentaba un tanque sobre el fuego para meter gatos adentro. Los animales ni bien tocaban el fondo saltaban como disparados intentando salir, pero el tremendo ardor en las patas no les permitía armar bien el salto, por lo que quedaban colgados del borde del tanque..."