"Ya no puedo renunciar a ti. He probado de la taza del demonio. Poco a poco me ha dominado por completo. Con veneno que sabe a paraíso, soy adicta a ti, ¿No sabes que eres tóxico?" "Él era un buen hombre. Cada parte de su mente le gritaba que saliera de ahí, que lo que estaba por hacer rompería corazones y destrozaría vidas. Sin embargo no se movió un centímetro. (...) Y una vez que estuvimos sudados y desnudos en la cama, la borrachera había pasado y el peso de nuestras acciones venía a por nosotros Habíamos jugado con fuego y tarde o temprano regresaría a quemarnos"