James Potter y el torneo de los cuatro magos.

En el segundo año de la tercera generación en Hogwarts, la maldad parece que llegó para quedarse. James, Rose y Maggie comienzan a notar que deben encontrarse unidos para enfrentarse a lo que viene, a lo inevitable: A la Tercera Guerra Mágica.

Aunque además de ese acontecimiento, en este segundo año coincide una festividad conocida por todos: El torneo de los tres magos. Luego de aquel trágico día durante el cuarto año de Harry Potter, el Mundo Mágico comenzó a celebrarlo de una manera distinta, pacífica y por sobre todo, añadiendo un campeón extra en la escuela organizadora.

Un año de nuevas emociones cala por dentro de los huesos de los protagonistas, acompañado por los sentimientos de desazón y angustia producto de la guerra.

A pesar de que solo pasan las vacaciones de verano, viviremos con un cambio drástico de los protagonistas que están próximos a cumplir sus dos décadas.

Scorpious se involucra en la vida del trío de oro de una manera significativa y especial. Rose reconoce que no todo en esta vida es ser analítico y estudioso, y que de vez en cuando se siente asombroso dejarse llevar por lo que dicta el corazón. Maggie aprenderá que abnegarse en pos a sus raíces no es una solución lógica, y que debe dejar de ser impulsiva y desafiante buscando algo más. Y en cuanto a James... Quizás vea el hecho de enamorarse como algo posible, y no completamente indigno de alguien como él.

Nuestros protagonistas cambian, porque ese es el secreto de la vida: Las personas cambian. Todos lo hacemos. Y ahondaremos en como cambiaron cada uno de ellos, y también sus padres en estos años. Como los residuos del dolor siguen presentes en sus vidas, y como superaron la angustia para enfrentarse al mundo como héroes.