Notas perdidas en medio de la nada, notas que alguna vez se escribieron pero que nunca se dieron. Y es que, ¿A quién no le ha pasado?
Escribir lo que realmente sientes desde el corazón y entregarlo a la persona que corresponde, a la persona que crees que te corresponde. Pero no pasa, no se lo das por miedo a que lo tome diferente, que te rompa en mil pedazos. Notas que contienen cierto punto de desprecio hacia esa persona que te decepciono, que te engaño, que te lastimo...
Finalmente llega el atardecer y las nubes se tornan de color diferente, se vuelven más dulces y en todas esas nubes llevan cartas que sólo el autor sabe de ellas y que de una u otra forma se desvanecen, se van... Como esa persona a la que va dirigida.
Y sin saber, las nubes van cargadas de amor entonces eso es mucho peor.
Se llevan todo de ti. Lo mejor de ti.
Kim nunca pensó que mentir en su currículum la llevaría a una completa travesía con su joven jefe.
Nico nunca pensó que darle una oportunidad a Kim la convertiría en el amor de su vida.