
Tenía apenas cinco años cuando mi madre me abandonó, ha pasado tanto que ya no puedo recordar nada más que su cabello negro y ondulado, pero si recuerdo que solía cantarme y acariciar mi pelo para hacerme dormir, la recuerdo sollozar cada noche cuando creía que estaba dormida, pidiéndome perdón una y otra vez y pidiéndole a Dios por ayuda.
Recuerdo la noche en que me saco de la cama y me acunó entre sus temblorosos brazos, me repetía susurrando que durmiera un poco más pero el aire gélido me lo impedía y a cada paso me despertaba más.
No sé cuánto más caminó mientras yo solo miraba al cielo, donde no se veía nada más que luces circulares moviéndose de un lado a otro. Recuerdo que cuando se detuvo su pecho temblaba y mordía fuertemente su labio en un intento desesperado por permanecer en silencio.
Estábamos frente a unos muros tan altos que parecían tocar el cielo, los reflectores seguían apuntando al cielo y moviéndose de un lado a otro haciendo parecer que danzaban, y en las grandes puertas una imagen con dos palabras que aunque entonces no lo sabía, me atormentaría para siempre.
•NYTLIV CORPORATION •
De pequeña no lo entendía ¿Por que mi madre me pediría perdón? ¿No se suponía debía ser al revés? Que yo me equivoqué o me pase con alguna de mis travesuras y por eso ahora mamá me llevaba a ese lugar como castigo... No lo entendí, y durante mucho la odie, pero después de años de meditar al fin supe que no era ella la que debía pedirme perdón, sino el dios al que orábamos antes de dormir, por no hacer nada, por cruzarce de brazos porque si está allá arriba o en algún otro lugar y alguna vez nos vemos... él va a tener mucho que explicar.All Rights Reserved