La gente seguía murmurando, observándome, riéndose entre ellos, yo me estaba asfixiando cada vez más. -Eres una gran mierda, ¡aléjate de mi!- Grite con coraje, las lágrimas empapaban mi rostro. -Meg...-Trató de acercarse a mi, trato de volverme a tocar. -¡Aléjate de mi!, no me toques ¡jamás!- Salí corriendo entre los pasillos, me quería morir, quería que todo fuera mentira, me sentía la idiota más grande del mundo, yo solo quería desaparecer y no volver nunca.