Junto a la llegada de la noche, el brillo de las estrellas y la luna llena, que orgullosa de su belleza se posaba en lo más alto del cielo tildando la media noche... ... Él se fue. Nadie pudo verlo hasta que fue demasiado tarde, pero al parecer, lo peor en realidad era que, en su desesperación por no llegar a un extremo dejó un camino de migajas para salvar su vida. Lástima que lo notaron cuando esa noche llegó. Pero así funciona el juego ¿No?