Ese día estaba muy cansado, al punto de que mi pie le pedía permiso al otro para pasar Al llegar a la casa me tumbe en él sillón rendido dispuesto a dormir Aunque no antes de quitarme mis prendas para así estar cómodo, mientras terminaba de quitarme los jeans escuche una dulce voz proveniente de la cocina que me nombraba -Nam eres tu?-