-No te vayas... Siempre es igual, estoy en un campo, casi no hay vegetación, a excepción del verde pasto que cubre todo el suelo. Las nubes grises anunciando que en cualquier momento el cielo estallaría en truenos, rayos, relámpagos y lluvia. Además, había un viento que hacia que mi pelo se revolviera. Había un chico alto, de risos castaños, llevaba puesto unos jeans azules, zapatos y una camisa blanca. Yo corría detrás de el, por alguna razón necesitaba alcanzarlo pero no podía, estaba muy lejos. Intente gritarle pero no salio ningún sonido de mi garganta. Luego, quise seguir corriendo pero no pude, mi cuerpo no respondía. Trate gritar otra vez pero de mis labios solo salió un hilo ahogado de voz que el nunca podría escuchar. Caí de rodillas al suelo y comencé a llorar descontroladamente... -¡Ah!-. Pego un grito y abro los ojos. Estaba en casa aun, en mi cuarto. Acaso... eso había sido... ¿Un sueño? Mas bien una pesadilla. Algo dentro de mi me decía que no era solo eso pero entonces ¿qué era? No importaba, solo había pasado una mala noche, eso es todo, si alguien aparecía y preguntaba solo había sido eso, una pesadilla... Han pasado cuatro años desde el "acontecimiento". Falta poco para ir a Aries... ¿Que haría allí?¿Que podrían enseñarme? Me pregunto si conoceré a alguien, creo que al único que no pienso acercarme del todo es al ladrón de gomitas de Astor. ¿Será que son amigables? ¿Y si no les caigo bien? Eso sería un problema siendo ellos mis instructores ¡Tengo tantas dudas! Tantas preguntas sin respuesta... ¿Qué fue lo que realmente le sucedió a mis padres? Eso es lo que más quiero averiguar. Sé que en Aries hay pistas sobre ello. Tendré que encontrarlas... Todos los derechos reservados.©
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