El mundo crece, se moderniza, hay más gente y es como si no existieran. Todos los días me confirmo mas que no quedan seres en la tierra que merecen llevar el nombre de 'gente', y si los hay, son del porcentaje de humanos, un 10%. Las personas crecen en ambientes sin valor alguno, creyéndose superior, sin darle importancia a los sentimientos de los demas. Brindando su mala onda, su maldad, sus ganas de no valorar un carajo. Todos los días, o la gran mayoría me toca conocer personas nuevas, bah, conocer es una palabra muy particular, me toca cruzarme y tener que ser sociable, lo que antes, con 5 años menos, me encantaba que justo hoy me deprime después de tantos altibajos, y la verdad, me angustia, me angustia su trato, tu mala cara, sus ganas de no vivir vistas a la legua de cada uno, ya no se ven los buenos gestos, muy pocas veces te toca en una parada de colectivo, en el asiento del colectivo, en una cola de espera, vivir una charla sincronizada, ver una sonrisa así sea forzada, pero que lo sea. Subir a un remis y de diez, solo uno tenga tema, o simplemente al subir al auto te saludé, te de sus gracias, al menos un chau, solo uno te cuenta una anécdota para que sea más llevadero el camino, solo uno te pregunta qué tal está el día, simplemente un "lloverá mañana", "que lindo está", tan solo con eso, con escuchar la risa de un desconocido, me da tanta paz, me llena el alma, me despido diferente, me dan hasta ganas de querer ser su amiga, o simplemente al remisero me dan ganas de pedirle su número y llamarlo en particular, me da tranquilidad. Es increíble cómo hasta cuando pedís permiso te miran con mala onda. Ir a un local y sentir que molestas, sentir que no sos bienvenido, hacer una pregunta con miedo a como te van a responder. Que bajo caímos, sociedad de hoy.