No sé por dónde empezar. No tengo idea alguna de cómo debo empezar a hablar. Sé que si comienzo no habrá fin, nadie podrá detenerme, porque es imposible. Además que si habló no podré evitar llorar y entonces sí que seré un autentica idiota como solía decir mi abuelo. Pero, ¿qué pierdo en contarlo? ¿Qué desgracias más me pueden suceder a estas alturas?