Yuri Plisetsky vive en una casona apartada del bullicio de la ciudad, junto con su mamá, su abuela, y sus siete hermanos, quienes llevan una vida plagada de carencias.
Aquel malhumorado, arisco y arrogante gato rabioso llama la atención de un adinerado hombre de ciudad, quien ofrecerá dinero a la familia del ruso a cambio de llevárselo, alegando que con él estaría mucho mejor de lo que se encontraba en esos momentos.
Ya que era bastante común que sucediera esto cuando la gente tenía demasiados hijos, pero no los recursos necesarios para mantenerlos, los tutores del chico aceptaron más que encantados. Sin aquel altanero y maleducado rubio, habría una boca menos que alimentar.
Esto, que de alguna forma fue un alivio para la familia de Yuri, no sería menos que el comienzo de un infierno para él.
Nikolai, su abuelo, abatido tras enterarse de la transacción que hicieron con su adorado nieto, contrata a un detective para que averigüe el paradero del mismo; asunto en el que, obviamente, también se involucra la policía, ya que prácticamente habían vendido al adolescente.
De este modo, Otabek Altin, deberá pasar por incontables desvelos, jaquecas y numerosas decepciones para cumplir con su trabajo: Encontrar a Yuri Plisetsky con vida, descifrar el paradero de este mismo y, a la vez, de uno de los más conocidos traficantes de personas dentro de la trata de blancas: Jean Jacques Leroy.
Advertencias:
- Esta historia contiene:
- Relaciones homosexuales.
- Violación.
- Maltrato.
- Lenguaje fuerte.
- Menciones de sexo.
- Escenas de violencia.
Si aún así deseas leer, todo a continuación queda bajo tu propio riesgo.
No tengo idea de quien es el artista que hizo el dibujo de Yuri que aparece en la portada.