Cuarta historia de LOBO BLANCO, espero que la disfruten.
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Después de cuatro siglos de vacía existencia, Raoul creía que lo había visto todo. Con el paso de los años había aprendido a ser impasible hacia todo lo que aparecía delante de sus ojos: las guerras, la destrucción, la muerte y las pérdidas de aquellos a los que más amaba... Después de todo aquello, él pensaba que nada podría remover la fría y desesperante calma en la que se había sumido su alma.
Hasta que apareció ella.
Faye había pasado toda su vida imaginando cómo sería el mundo del que provenía su amada madre, pero ni siquiera en sus mejores sueños había conseguido plasmar la realidad.
Sin embargo, no debía desviar su atención de la razón por la que había conseguido convencer a su madre de volver.
Era de vital importancia que lo recuperaran, si no, su mundo se desmoronaría y ella no podría soportarlo.
No obstante, ¿cómo conseguiría cumplir su tarea, cuando aquellos ojos rojos no se despegaban de ella?
Ella es una Cullen y él un Volturi. Los Volturi son reconocidos por ser un clan no sólo que respeta las reglas, también son sádicos y correctos. Sin ningún tipo de respeto por algún ser vivo. Los Cullen no tienen interés de relacionarse con ellos, hasta que problema en su propio aquelarre los llevan a encontrarse con los Reyes del mundo vampírico.
Darcy y Alec resultan ser destinados y para ambos clanes podría ser caótico y poco conveniente.