Las parejas tóxicas son de las peores, el sufrimiento y la locura predomina en ellas, y nadie quiere pasar por algo así. Exceptuando a éstos dos, Joaquín y Franca. Ellos sabían que eran tóxicos y que no hay amor en una relación así, pero no les importaba. Porque Franca era la peor, era una bomba que crecía más y más advirtiendo que su explosión era próxima y que debían alejarse de ella, pero eso le encendía algo dentro a Joaquín que solamente lo hacía quererla más.