Todo comenzó aquella noche, pero no era una noche especial ni diferente. Era una noche más entre las miles de noches que había habitado en toda mi vida. Y ese fue exactamente mi problema, no estar preparado para que una noche diferente se presentara en mi futuro. La mayoría de las personas esperan un día que algo sea diferente y rompa todo el molde en el que han estado viviendo, algunas personas creen que sucederá en una noche especial donde el cielo este repleto de estrellas incluso hasta creen que lo pasaran junto alguna persona que aman, sueñan con un momento de magia. Pero yo no. Yo no deseaba esto. Yo no quería que mi vida cambiara. Yo no quería una noche especial y menos con la persona que amo. Yo no quería quebrar mi realidad. Yo no quería magia. Yo quería seguir pretendiendo que mi vida era toda la realidad que podía existir.