- Por favor... ya déjame ir - Le dije sollozando, al borde de las lágrimas. - Me temo que eso no sucederá muñeca - me tomó de forma posesiva mi cintura y se acerca a mi oído.- ¿Crees que te dejaría ir luego de lo que hizo tu padre? - Susurró con voz gélida, provocando que me estremeciera. Estaba segura de que, si no fuera la heredera de la fortuna de mi padre, no estaría aquí. O eso es lo que pensaba... Pero sabía perfectamente una cosa. No me arrepentiría de haberlo conocido. (Esto es una ADAPTACIÓN de una maravillosa escritora llamada @MarieDaishi)All Rights Reserved