No la mires, no le hables, no opines, no la toques y por lo que más quieras lo la mires a os ojos. Era unas cuantas reglas que todo estudiante debía saber en el instituto Lord High si quería tener una buena estancia o no llamar la atención. Pero Jay collins era una persona que raramente no llamara la etencion y sobre todos alguien que jamas habia pasado desapercibido.