No era algo que me esperara, pero es lo que se dio, una historia de amor llena de sonrisas expresadas o simplemente mal jugadas. -¿Has venido de noche?-vuelve a preguntar, yo sólo atino a negar con la cabeza- Bien, entonces nos vemos hoy a las nueve-frunzo el ceño y lo volteo a ver. -¿Qué te hace creer que aceptaré venir con un extraño en la noche? Apenas te he visto.-me lo quedo viendo, él sigue viendo el paisaje. -¿Te gustan los juegos?-contesta con otra pregunta, mi ceño se profundiza más.-Juguemos a conocernos.