" - Mila- rodé los ojos ante el apodo y su costumbre de llamarme así frente a todo el mundo,- pensé que tendría que ir a despertarte- dijo mi madre- ven a saludar. Con pasos lentos pero decididos caminé hasta ellos. El primero en levantarse y ofrecerme su mano fue el más alto, era blanco, de cabello negro, ojos castaños, barba muy cuidada y sonrisa hermosa. "Hola primito", creo que babee mentalmente, ya me empezaba a gustar vivir aquí. - Bienvenida Camila- dijo, con una voz bastante grave y sexy,- "Santa madre"- soy Sergio, ¿me recuerdas?-. Dijo mientras me estrechaba la mano para luego halarme y darme un cálido y corto abrazo. Mis ojos se dirijieron al otro chico quien me miró de arriba a abajo para luego levantarse y darme la mano. - Hola- fue lo único que dijo, con una perfecta voz de barítono. Debo confesar que era incluso mas atractivo que su hermano, blanco, con cabello cobrizo y unos hermosos ojos con una mezcla de miel y verde, cejas gruesas, labios rojos y carnosos. "Dios, esto era demasiado", ¿Este era el niño que me molestaba y halaba mi cabello?. Después de presentarse simplemente se excusó y subió las escaleras. Y quedé con cara de WTF? Qué mierda le pasaba? Quizás no iba a ser tan fácil vivir con ellos."