Rayos de luz en el cielo veo cada mañana.
Mis lágrimas de dolor humedecen mi rostro bajo el sol.
Yo tengo mi propio universo, en el que mantengo una vida hermosa.
Porqué el llamado mundo amenaza con la destrucción de la felicidad.
Me siento fuera de casa y trato de correr y desaparecer.
Más rápido que la velocidad de la luz, yo estoy volando
A donde todo tiene sentido para mí con alegría.
A donde comienza todo, donde tengo mi trocito de cielo esperando a mi amor.
Más rápido que la velocidad de la luz mantengo el vuelo, porque alguien me espera…
¡Es mi hora de brillar!