Tengo, del mismo modo, que confesarte de una manera dulce que te he olvidado, que tus fotos son una caricia del pasado pero en mi mañana ya no te miro, que he aprendido que recordarte no es más que un beso a mi herida para que no se sienta tan sola como yo cuando me la hiciste, que aquí hace tiempo que ya es primavera aunque haya días de tormentas torrenciales pero mírame: he aprendido a bailar quién lo diría, amor, con esta vida que llevo tan llena de tropiezos-. -Elvira Sastre