Un Demonio... Su frío tacto, esa mirada sin vida, su pálida piel sólo hace resaltar su escalofriante sonrisa. Él lo hizo, él los mató. Yo no fui, entonces por qué me atormentan a mi. Un Ángel... Su calidez, la esperanza en sus ojos, su tierna sonrisa contrasta con su imponente presencia. ¿Él podrá terminar con mi dolor? ¿O se unirá a las voces?