El sendero que te lleva a la entrada del pueblo es oscuro y escabroso pero no tanto como el mismo pueblo. Mónica debió escuchar a su madre, todos esos cuentos, todas esas historias en dónde el dragón era una malvada bestia que escupía fuego y aprisionaba a la princesa resultaron ser reales, y ahora este dragón la tenía atrapada y no estaba dispuesto a dejarla ir. A Mónica solo le quedaba una opción... Bailar con el dragón... como una vez lo hizo su madre. Hacerlo sumiso ante su toque. Enamorarlo... Para poder matarlo... ella lo haría, haría lo que su madre no había podido hacer... A menos que... Ella también se enamorara de él.All Rights Reserved