Un día más en la ciudad de Seúl, movido como siempre, aburrido y sin novedades...
Jueves 10 de noviembre, como todos los días me disponía a ir a mi trabajo, soy bailarina profesional, y formo parte de una gran productora coreana que recluta a nuevos talentos para ser los Idols del mañana.
Al principio me pareció el trabajo más aburrido de la vida, tener que lidiar con adolescentes con aires de dioses, lo mejor de todo era ver sus caras de WOW cuando me veían por primera vez (inserte risas). Era todo un poema ver esos rostros iluminados como si de un ángel se tratara, ah, sí, lo olvidaba, así me decían ellos "el ángel de la danza".
Los manager tenía el difícil trabajo de tener que lidiar con ellos y despertarlos cada mañana, se preguntarán ¿CÓMO RAYOS HACEN PARA DESPERTARLOS? Muchas veces no lo lograban, por lo tanto, tenían que llamar a la artillería pesada, es decir, "el ángel de la danza" sí, hablo de mí. Solo bastaba con acércame a sus camas, quedarme viéndolos fijamente y tocar sus cabelleras, cuando despertaban se quedaban tan sorprendidos viendo a todos lados con sus caras rojas, pasaban 3 minutos y comenzaba a tocar un sartén con una paleta de madera (inserte risas) ¡Qué hermoso amanecer!
Cada mañana era la misma monotonía, despertarlos, darles 5 minutos para que se bañaran y otros 5 para que desayunaran, luego salíamos por 1 hora para caminar y trotar, luego llegábamos al salón de baile para hablar sobre sus itinerarios de prácticas, simplemente monótono.
Que no les engañen esas hermosas caritas angelicales, y mucho menos la mía. Para ser parte de un grupo de KPOP, debes pasar por muchas pruebas: Baile, canto, actuación, cada fase tiene una duración de 5 meses y si no pasas alguna de estas tres, lamentablemente no pasas a la siguiente fase y debes abandonar tu puesto. No es nada lindo que te pase algo así, cada rostro triste y con lágrimas me recuerda a cada fase que yo perdía, es lamentable, pero la vida sig