Hope siempre había dependido de su hermana para la gran mayoría de las cosas, al ser un asco interactuando con cualquier otro ser humano se le dificultaba encontrar a alguien con quien hablar libremente, por eso cuando se entera que su hermana planeaba mudarse para asistir a una universidad que se encontraba en la otra punta de la ciudad, comienza a sentir su mundo derrumbarse. Ahora Hope deberá enfrentar la realidad que le depara: está en una secundaria en donde lo más cercano que tiene a una amistad es cuando habla con la señora de la cafetería, le gusta un chico que aborrece con su vida los libros de romance que ella tanto ama y compara las relaciones amorosas con un frío cálculo de matemáticas y su nueva vecina parece que la detesta, pero aún así continúa estando a su lado y afirmando ser su mejor amiga. Y si bien Hope consideraba que sin Wendy era incapaz de resaltar por su propia cuenta, el destino, una pelea y una charla con Benjamín Wilson le harán darse cuenta de que está equivocada.