Belleville no es una localidad tranquila, y eso es algo que sabe incluso alguien como Gerard Way, que rara vez salía de casa para algo que no fuese ir a clase. Suficientes preocupaciones y dificultades tenía en el pequeño mundo constituido por su familia y escasos amigos como para también arriesgarse en meterse en algún lío. Pero hay veces en las que los problemas no son buscados por ti, a veces las cosas simplemente te llegan. Y a él le llegaron en la forma de un espeluznante suceso y un extravagante chico. Aunque siempre se podía intentar seguir adelante como si nada hubiese pasado, ¿cierto?