Yolanda Herrera Hernandez, me dejaste un vacío inmenso que jamás podré llenar. Eras mi mejor amiga y consejera; Con una lengua viperina que hacía que temblar a los que se metían con tus retoños, "una todo terreno" como te llamaban tus amistades más cercanas pero sobre todo eras mi mamá. Gracias por dejarme tu legado.