Usualmente evito escribir sobre los casos que mi buen amigo Sherlock resuelve en mi ausencia, pero el ingenio tanto del gran detective como del escurridizo criminal debería ser reconocido, no siempre tratamos con casos tan enredados y conmovedores, resultándome imposible resistir la tentación de escribirlo. Las partes que yo no presencié por razones de fuerza mayor, logré reconstruirlas en base a la memoria de Holmes, grabaciones e interrogatorios.