Las estrellas iluminaban la oscura noche, la más oscura que vi en mi corta vida. Escuchaba unos pasos siguiéndome, cada vez más y más cerca. Cogí varios callejones para llegar a mi casa cuanto antes, sabiendo que posiblemente seria mi última noche. Mi corazón se aceleraba incontrolablemente. Sentí unas frías manos rodeando mi cuello, sin dejar pasar mi respiración. Poco a poco iba perdiendo la vista, sabía que iba a morir. Entraba en pánico, no sabía qué hacer, como último intento, dije mis últimas palabras. -¿Papa?- dije con voz entrecortada Note un fuerte golpe por unos robustos brazos en mi sien. Entonces, todo se volvió negro...