Cuenta una leyenda que desde hace una década, un espectro de zapatillas azules aparece cada veinticuatro de diciembre bailando incansablemente en el escenario del teatro Mariinsky de San Petersburgo, Rusia. Se dice que aquella danza es tan hermosa como aterradora, por lo que nadie se quedaba el tiempo suficiente para admirarla. Viktor Nikoforov, un bailarín que vivía su vida sin demostrar muchas emociones, se vuelve testigo en una noche mágica de la belleza de aquel espíritu que baila al ritmo de la última canción que escuchó antes de morir.