Cuestionó el más alto de todos sus amigos. Era como un niño, se aburría con muchísima facilidad pero no lo culpaba; el también se derretía y no por calor, sino de aburrimiento. -¿Cómo qué? ni siquiera podemos salir. Obvió él; no le gustaba ser pesimista pero tampoco planeaba ir a mojarse con tremenda tormenta allá a fuera, no cuando al día siguiente tenían una ardua práctica de baile. Necesitaba todo su valor mental y corporal para poder sobrellevarla, y estar enfermo no podría ayudarle en nada. -Lo sé, hyung. No soy tonto, y tampoco quiero enfermarme; seguro el agua esta muy fría. Reprochó el de menor edad. Aveces se preguntaba si sus mayores de verdad lo creían con tan poca capacidad neuronal. Suspiró internamente. Prefería no saberlo. -No me digas que la querías caliente, Yug. Blanqueó los ojos, sarcástico; le agradaba mucho joder al otro cuando se le daba una buena oportunidad. -Si pero no el agua. Encogió sus hombros, desinteresado. -¿Como? Cuestionó el más bajo entre los dos. Creyó haber entendido mal el comentario. Definitivamente tenía la mente bastante jodida. No debía seguir juntándose con Jackson y JaeBum. -No, nada Jae hyung. Mejor vamos a jugar ¿si? Dirty clothes. Sonreía encantado tras su innovadora idea. Ya basta del clásico juego de la botella. -Niño sucio, ese es un juego para adultos; y se hace con alcohol. Además, ¿Tu cómo lo conoces? Alzó sus cejas de manera extraña más que el reproche que deseaba aparentar. -Buh, eso no importa. Y no soy sucio; solamente quiero conocer tus secretos. Seguía sin darle mucha importancia al asunto. No quería que su hyung supiera las intenciones. -Para chantajearme, ¿no? Inquirió con los ojos entrecerrados; inspeccionándolo. -No tanto así. Solo quiero conocer las debilidades de mi hyung favorito. Hizo sus mejores puppy eyes para convencerlo. -Ya, deja de mirarme así. Juguemos pero no hay que beber tanto o JaeBum va a matarme y no precisamente