Después de muchas vivencias siendo el perro guardián de la reina, Ciel Phantomhive termina en la inesperada situación de haber sido transformado en una especie de demonio, condenando a Sebastián Michaelis a ser su mayordomo para el resto de la eternidad, lo cual él siente como una injusta penitencia que no merecía obtener luego de formar un contrato con ese niño que conoció. Sin embargo, como siempre sucedía desde que comenzó a servirle, el antiguo humano le sorprendía con una acción suya, aun cuando su vida ahora estaba atada a servirle por siempre sabía que no caería en la monotonía nuevamente y vaya que las cosas a partir de eso tan solo le darían sorpresas y la oportunidad de llegar a sentirse "humano".
["Destruye la estética del mayordomo, la del demonio y crea la estética del amante, la del padre, Sebastián, pues ahora seremos una familia, la familia Michaelis Phantomhive" Esas fueron las palabras de Ciel el día que me dijo que seríamos padres.]
Esta historia inicia después del final de Kuroshitsuji II, por lo tanto Alois y Claude si existieron en las vidas de Ciel y Sebastián, además antes de la aparición de estos dos las cosas sucedidas en el manga hasta antes de la muerte de Agni también pasaron, es una mezcla bastante extraña, lo sé.
Esta historia contiene m-preg, la aparición de OCs entre ellos el hijo de Sebastián y Ciel, tambien un discípulo de Sebastián, entre otros.
Pareja principal: SebaCiel.
Secundarias: UnderGrell, SullivanxLizzy, AgniSoma.
El joven Conde quería aceptar el reto de su mayordomo demoníaco le ofrecía con lascivia, aunque esperaba con más ansia la derrota que la victoria y a sabiendas del estado de su mayordomo le dedicó un lascivo baile. Así comenzó una lucha por el pequeño Phantomhive cuyo corazón dividía entre dos seres sobrenaturales opuestos como un demonio y un shinigami ambos luchando con todas sus armas.
Esta historia está basada en el manga Kuroshitsuji de Yana Toboso, los personajes son suyos.
Esta historia contiene YAOI (es decir, amor chicoxchico) si eres menor de edad (aunque yo se que lo leeréis igual, pequeñ@s pervertod@s mios), susceptible o simplemente no te gusta, abstente de leer.