Su noviazgo duró solo siete meses. Su felicidad se medía en la cantidad de carcajadas que compartían, la cantidad de noches interminables que pasaban enredados en los brazos del otro y la cantidad de amor que tenían el uno para el otro. Los cortos besos en el campus escolar bastaban mientras que las noches satisfacían. Le tomó dos semanas a Chanyeol el descender de su nube y reunir el coraje para acercarse al pequeño y vivaz muchacho de cabello castaño en una de sus clases, pero solo le tomó un segundo a Baekhyun decir que sí a lo que fuera que el chico alto y atractivo le estuviera pidiendo. En un mes aprendieron el uno sobre el otro. Baekhyun era un escritor especializándose en inglés y periodismo, aunque no planeaba trabajar para ninguna revista ni periódico. Prefería escribir novelas y ser alguien independiente. Chanyeol estudiaba publicidad y negocios. Todos los que los veían pensaban que eran una pareja fuera de lo común. Baekhyun era de mente muy abierta y estaba constantemente sonriendo, mientras que Chanyeol siempre echaba miradas y tenía un comportamiento sereno. Sus diferencias iban más allá de sus carreras y personalidades. A Baekhyun le gustaba su café con leche y azúcar y escribía relatos de escenarios imposibles y fantasías. A Chanyeol, por otra parte, le gustaba su café negro y prefería la practicidad y el realismo a la fantasía. La gente creía que la personalidad extravagante y divertida de Baekhyun nunca encajaría con la de Chanyeol, calmada y racional, pero estaban equivocados. Siete meses de perfección absoluta; Chanyeol le propuso matrimonio y su pequeño castaño, Byun Baekhyun, aceptó.