¿Qué cosa vio el hijo de la modista en la cocina de la bella Solimana, que apenas la encuentra escapa aterrorizado?
¿Por qué ella atrae a los hombres en su casa y asusta a su hermana retardada con la madre muerta?
Algo sabe la estrambótica telefonista, que se esconde detrás de un biombo para que nadie vea como envejece, pero anota las conversaciones; mientras el barbero controla todo el pueblo a través de la cerradura.
En la madrugada del 7 de octubre de 1943, en un pueblito de la pampa argentina, un hombre fue asesinado. Sólo el lector podrá saber la verdad porque: los muertos no hablan, los asesinos no se autodelatan, el único testigo no habló porque era el verdadero culpable.