Ella se fue, dejándolo en un vacío sorprendente, mas con la casa y todos los lugares que habían convertido en suyos llenos de dudas horribles que le partían la cabeza en mil día a día.
Christopher sólo se pregunta tres cosas:
"¿Por qué lo hizo?"
"¿Qué hice mal"
"¿Volverás a mí?"
Sólo ella tenía cada una de las respuestas faltantes, pero ya no estaba con él para responder a todas y cada una de sus incógnitas.
Y, a pesar que todo terminó hace unos meses, él aún recuerda el color de sus ojos dulces, el olor de su cabello, el especial sabor de sus labios y lo que era amarla más que a todo lo que había en el mundo. Ella era su mundo.
Mas sin tener respuestas ni dónde hallar a Claire, Christopher se avienta de lleno a una sola cuestión; vivir miserablemente sus días preguntándose cuándo sus ojos pardos le llenarán de vitalidad, en cuanto Claire sólo se pregunta si podrá lidiar con la difícil situación en la que está liada.
¿Volverán a ellos o sólo seguirán su camino y acabarán con esta historia antes de empezar?