Era por su bien. Lo hice por su propio bien, se que le dolió, lo pude ver en sus ojos el día en que se entero, como detrás de esas grandes gafas, esos hermosos ojos que tanto me gustaban y tanto me cautivaban estaban cargados de dolor y decepción. Desde el momento que decidí hacer esto supe que la destrozaría y esperaba que con el tiempo lo superara, pero cada vez que buscaba sus ojos me esquivaban y cuando lograba encontrarlos, no veía nada, estaba vació como ella, su mirada transmitía tristeza y supe que solo fingía cuando reía. Perdón, te hice mal y lo que menos quería era que tu sufrieras.