Nunca imaginaron cargar con sus propios demonios.
Nunca creyeron que bajo toda esa inocencia se encontrarán máquinas de matar.
Nunca habían encontrado el dolor y el placer en una sola frase.
Ella sólo pretendía reencontrarse consigo misma, ponerse a prueba.
Inicia un viaje del que nunca va a poder escapar.
Hay sombras que, incluso en la noche, nunca dejan de acechar.