-¡Que insolente eres! -le dijo-. Yo estaba dispuesto hacerte ver estrellitas Carlitos. Si te portabas bien ibas a ser mi consentido ¿Sabias? Si hacías méritos hasta te hubiera soltado las cadenas para darte oportunidad de ser el dominante un rato, bebé.
-¡Que te jodan!
-Pero bueno, ¿Qué se puede hacer? Uno les da la mano y le agarran el pie. ¿Sabes qué? Ya me decidí, ni libertad ni recompensas. Vas a ser mi mascota, mi juguetito.
-¡Bastardo!
-Esto te lo estás haciendo tú mismo Carlos, yo quería ser generoso contigo. -le apuntó con el dedo mientras lo debía. Había algo maniático en su mirada. Rápidamente se dio la vuelta para irse.
-¡No te atrevas a irte bastardo! -Le gritó, aún con la verga al aire y bien empalada-. Suéltame o te mataré. ¡Saldré de aquí y te mataré!
¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho?
Dinero, fama, éxito..
O tal vez... ¿nuestra propia vida?
Fiorella se perdió por darle todo a Patrick,
Patrick perdio a Fiorrella por quererlo todo..