A sus diecisiete años el ruso Yuri Plisetsky, se llevó la sorpresa, de recibir una invitación a cursar la Licenciatura en Artes Plásticas, nada más y menos que en la "FADE", Facultad de Élite en Artes. La universidad más prestigiosa en toda Europa y Asia; ubicada en Madrid, España. No aceptaban alumnos menores de veinte años, sin un destacado historial con primeros lugares en más de siete competencias a nivel nacional, al menos uno internacional y por último aprobar su riguroso proceso de selección.
A menos que fueras un genio potencial, como Yuri, ganador del premio en creatividad a nivel mundial por el diseño exhibido en su debut hace un año.
Estaba tan emocionado que no le importó tomar el primer vuelo a Madrid, esa misma tarde. Dejando de lado a sus pariente y amigos. Aún faltaban cuatro días para el inicio del curso propedéutico, sin embargo, ansiaba adaptarse cuanto antes a su nueva vida. La Facultad exigía a sus alumnos total compromiso con el arte, por lo que les brindaba todo lo que podían llegar a necesitar sin salir del campus.
¿Qué podía salir mal? Nada iba arruinarle esta grandiosa experiencia. Eso pensó hasta que conoció a su compañero de cuarto: Katsuki Yuuri. "¿Por qué con ese idiota?" maldijo en su mente. El japonés era sinónimo de odio para Yuri, razón: no soportaba a la gente mediocre. Además, un año atrás Viktor, el más prestigioso artista en creación digital desde hace cinco años, decidió ayudar al pelinegro en su debut. Dejando a Yuri, también por debutar, en manos de su representante Yakov.
Desde entonces evitó volver a tener contacto con ellos y aspiraba a seguir de esa forma el resto de su vida. Por el contrario, la vida tenía otros planes.
¿Qué haría ahora el ruso? ¿Será posible que conviva toda la carrera con alguien que odia? ¿Desperdiciar una oportunidad así en una facultad de tal calibre? No, eso ni pensarlo. ¿Llevarse bien con el "cuatro ojos"? Antes muerto.