32 Partes Concluida Para la sociedad soy un raro, pervertido y enfermo. Para las feministas merezco castración química. Ay, lindas chicas, como me gustaría ponerles un collar. Me encantaría, obviamente. Claro que sí, digo, pasaron meses desde la última vez que usé mis juguetes, y no es porque no quiera, es solo que no me van las devoradoras de hombres...
Si tan solo dejaran de ofrecerse al mercado libre, tal vez fijaría mis ojos en algunas de las chicas de aquí, pero no hay ninguna lo suficientemente atractiva y apta para poder ejercer el papel que yo quiero. Vamos, ni siquiera es un papel, está en la personalidad de la mujer, está en su interior querer darse, sentir la satisfacción de complacerme, darme a mí el control.
Y está en mí proporcionarle lo que desea, que es, claramente, controlarla, dominarla. Quiero poder sentir veneración intensa por el cuerpo y el espíritu de una mujer. Eso es lo que busco, y como dominante que soy, está en mi sentir que me merezco lo mejor.
Quiero merecer lo mejor.
Para hacer lo que yo hago es necesario tener un vínculo de cariño, aprecio, hasta amor hacia mis sumisas. Aunque todavía no he llegado a amar a ninguna de ellas, las experiencias que tuve hasta ahora fueron muy recreativas.
Disfruto haciéndolo, es lo que soy.
#59 - Romance - 28/02/18