Una bola de cristal, si aquí estoy llena de nieve sube y se derrite, veo mis manos blancas con las uñas color café un café muy hermoso, me encanta este color me levanto, y veo mi reflejo, mis ojos color avellana resaltan, y mi cabello ondulado precioso, tengo un vestido azul precioso. Un príncipe me sorprende, traspasa su mano por la bola de cristal me tiende un mano; pero hay que recordar algo los príncipes no existen, no anda por las calles salvando princesas, solo piensan en sí mismos. O tal vez si piensen en otros, pero para hacerles daño .All Rights Reserved
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